Busco inspiración en las hojas muertas En la vida perdida entre viejos instantes Suspendidos para siempre, agónicos, inestables, Contemplando las penas de la eternidad inerte. Soy poeta maldito por las horas largas, Dormido para siempre en letargo infinito; De días amargos y destrozos sin tino, Acabados los sueños en un rincón del cielo. Te doy las pruebas, te llevo a mi oído, Te hago escuchar un lamento desesperado; Soy la mano de hierro de un dios decepcionado Y en látigos se tornan mis clamores de humano. Burbuja cruel mantiene mi estancia En la existencia que algunos llaman Tierra. Nací algún día, aparecí de la nada, Llorando, llorando, con angustia plena; ¿Para qué me trajiste? El porqué de mi vida Susurraba al corazón de mi madre tierna; Ella no oía las cuestiones sin tregua Que acosaban el seno de mis pasiones sempiternas. Tomé un pie tras otro, comencé la marcha Entre los bosques de esta pasión ingrata Llamada por muchos "camino de esperanza"; Vivir tan sólo es la gran prueba Que divinos seres hacen como apuesta Jugando roles con nuestras vidas en balanza.
Y llegué aquí, a golpes y gritos Arrastrando más que fantasmas del pasado. Comprendí ya tarde que no hay firmamento Más allá del que ofrecen unos brazos. Perdí el cielo, la inocencia en vilo, Lloré las penas de un amor no correspondido. Escribo ahora tan sólo de lo que conozco, Casi nada, pues todo lo he perdido: Desilusión, alegría, tristes sonrisas, Espacio, caricias, muerte y melancolía.
Quizá no sea poeta, sólo un niño Que llora a la Luna por un juguete destrozado.
AHazzamLeonA · Mon Jun 09, 2008 @ 08:17am · 0 Comments |